Estás organizando tus finanzas, tal vez acabas de empezar un nuevo trabajo, estás por independizarte o simplemente quieres tener un mejor control sobre tu dinero. Entonces aparece una duda muy común:
En Pacific Bank, sabemos que dar este paso es importante, por eso te explicamos las diferencias clave entre ambos tipos de cuenta, de forma clara y sencilla, para ayudarte a tomar la mejor decisión según tus metas y estilo de vida.
La cuenta de ahorro está pensada para que guardes tu dinero de forma segura mientras gana intereses. Es como tu lugar de respaldo: ese espacio donde dejas el dinero que no necesitas usar constantemente, pero que quieres tener disponible cuando se presente una emergencia, alguna oportunidad de inversión, algún proyecto o viaje.
Ideal si estás planeando esas vacaciones que llevas meses posponiendo, si quieres un fondo para imprevistos o si estás trabajando poco a poco por alcanzar un objetivo personal.
Características:
La cuenta corriente es la cuenta del día a día. Esa que usas para realizar pagos mediante una chequera o transferencias electrónicas de manera rápida y sencilla.
Es flexible, práctica y pensada para quienes requieren hacer transacciones con frecuencia. Si eres de los que paga servicios, salidas con amigos, suscripciones digitales o hace transferencias a menudo, esta cuenta es para ti.
Características:
Acceso al dinero
Intereses
Propósito
La clave está en cómo usas tu dinero:
¿Y por qué no tener ambas? Muchas personas las usan de forma complementaria: una para gastos cotidianos y otra para objetivos más grandes.
En Pacific Bank te ayudamos a elegir bien
Ya sea que estés dando tus primeros pasos financieros o simplemente buscando una opción que se ajuste más a tu estilo de vida, en Pacific Bank te acompañamos a tomar una decisión informada y pensada para ti.
¿Tienes dudas? Escríbenos o visítanos. Estamos listos para ayudarte a abrir la cuenta ideal para ti.
La información antes proporcionada tienes únicamente fines informativos y no constituye asesoría financiera ni de inversión. Toda decisión financiera debe tomarse con base en un análisis propio o con el apoyo de un asesor financiero.